Otoño se escribe con fOlk

Como una regadera. Mayalde

03/12/2020
Salamanca Biblioteca Torrente Ballester
20:00 h.
Invitaciones en las Bibliotecas Municipales

No sé quién dijo, hace mucho tiempo, que la infancia es el jardín en el que jugamos el resto de nuestra vida. Por eso es tan importante regarlo pronto y bien y siempre.
Si Don Quijote no hubiera hallado la bacía, a buen seguro que habría coronado su cabeza con una regadera, para guardar el tempero de la inocencia. Ese frescor que encontramos en los viejos sabios analfabetos de nuestra tierra que nos enseñaron a darle una segunda oportunidad a esas cosas triviales y sencillas que ellos convirtieron en instrumentos. Esas reencarnaciones que se convirtieron en agasajos del alma en forma de sartenes, calderos, orinales, cerandas, cucharas, tapaderas, cántaros..., que alumbraban la poesía de los pobres, sus ritos ancestrales, sus nanas y sus cuentos, sus labores... Los que tuvimos la niñez pegada al fuego y al huerto y al río y al monte y de compañero al perro y de amigo a todo el que andaba por la calle; y llenábamos la tinaja de agua cada día y todas las tardes de verano merendábamos cangrejos de el Alhándiga; y en la noche escuchábamos nuestra historia cantada entre los chisporroteos de las támbaras de encina; fuimos viendo, al crecer, que nuestros hijos iban perdiendo todo eso, arrasado por esa traca llamada progreso. Y decidimos dedicar nuestra vida (y ya van cuarenta años) a contar lo que nos contaron, lo que no está en los libros, la memoria de la gente y de la tierra viviendo en armonía, para que los siguientes no pierdan el hilo, con la esperanza de que sirva para algo.

Ayuntamiento; Biblioteca Pública Torrente Ballester