Dos hombres en una playa con restos de un náufragio... por sus ropas parecen soldados griegos. Caídos en el suelo, como muertos, o, quizás, dormidos, envueltos por el ruído de las olas que rompen sobre la arena. El sonido del mar se mezcla con algo más.
Un violinista entra por un lateral. Mientras toca, sumergido en la belleza de su música, camina cruzando la escena sin reparar en los dos caídos. Comienza la aventura...