Ignacio Villar

Contrastes

14/12/2018 20/01/2019
Salamanca Sala de Exposiciones La Salina
De martes a domingo: de 11:30 h a 13:30 h. y de 18:00 h a 21:00 h. Festivos: de 11:30 h a 13:30 h. Lunes: cerrado

Ignacio Villar utiliza los contrastes entre las formas. Usa en cada escultura los contrastes entre lo regular y lo irregular, el brillo frente al mate, los óxidos frente a los ácidos, lo rugoso frente a lo pulido, lo plano frente a lo redondo, etc... De este modo consigue preciosos contrastes de ritmos casi cinéticos y de valores cromáticos.
Es tan serio el proceso escultórico, tal y como lo plantea Villar, que, además de la estética de las formas, las magnitudes, las proporciones y las relaciones (simetría, analogía y contraste), ha logrado el más allá de la obra de arte con fundamento, la obra de arte seria y acertada, intemporal por ello. Ha logrado la metáfora plástica. De este modo las esculturas de Ignacio Villar no solo están totalmente logradas desde el punto de vista estético sino incluso desde el literario que se refleja en los certeros títulos que facilitan la comprensión de la metáfora plástica que esconden y aumentan el placer estético del espectador. Por eso Ignacio logra un dificilísimo acierto: es capaz de crear el equilibrio estético que es la belleza de la forma geométrica, y además es capaz de plasmar hasta los procesos, los movimientos y el destello de las energías, de las corrientes vitales. Algunas esculturas de Villar podrían definirse como la quieta morfología del relámpago, otras parecen la condensación de un "big bang" de bolsillo, otras son como energías que se han solidificado en cosas que pasan a tener la quietud móvil de un pedernal empedernido por ser fieles al movimiento en la quietud que reflejan. Y es que Ignacio Villar ha conseguido en sus obras la belleza de las formas geométricas, la metáfora y hasta la paradoja de la quietud en movimiento. Un ejemplo: se muestra en esta exposición una obra escultura cuadrada, muy plana y horizontal, en piedra caliza. Imagine el lector que le ha caído un gran peso en uno de sus extremos, que se rompe. Villar ha conseguido plasmar la perfección geométrica de la rotura, la proporción y el equilibrio de las líneas de fractura, como si descubriera la cristalización interna de la piedra rota. Es la belleza de la geometría del golpe.
Texto de Ricardo López Serrano

Diputación de Salamanca